El día que Vargas Llosa entrevistó a Corín Tellado
- Puntos Suspensivos
- 2 nov 2018
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Aquella surrealista imagen creada cuando el escritor peruano, Mario Vargas Llosa entrevistó a María del Socorro Tellado López susurra al lector voraz el encuentro entre dos mundos; la mano elocuente que describe realidades silenciadas, y la infinita dedicación de una mujer que excava en pequeñas realidades a través del romanticismo y la fantasía femenina. Más que un legado de alrededor de 5.000 obras, Corín Tellado, escritora española, ha hecho de la novela rosa un punto de comunión entre realidades políticas alternas, deconstruyendo las imaginaciones de la sociedad.
Oriunda de Asturias, única mujer del matrimonio Tellado, sufrió las consecuencias de la Guerra Civil Española; la describen, contrario a su autorretrato de joven tímida y vergonzosa, como una adolescente “muy lanzada, que montaba en bicicleta cuando estaba mal visto y que fumaba cigarrillos a escondidas", esto por su antigua compañera de clases Ana María Morgado.

Los problemas económicos tras la muerte de su padre lanzaron a la joven lectora de Dumas y Delibes a escribir para la editorial Bruguera antes de cumplir los veinte años. Su primera obra titulada Atrevida Apuesta (1946) cuenta ahora con alrededor de 36 reimpresiones. Una facilidad propia con la palabra escrita se fusionaba con la dedicación, seis horadas se volcaba a tal ejercicio, presumiendo que en 48 horas era capaz de tener una novela de 100 páginas listas, antes de plazo fijado.
Ser parte una planilla de escritores le exigía entregar una novela corta cada semana, tarea a la que se dedicó con gracia aún después de contraer nupcias con Domingo Egusquizaga, padre de sus dos hijos, y una tortura para la romántica escritora, infortunadamente no resultó en uno de sus finales felices.
Incursionar en la novela roja la llevó a la censura; ocultar los tintes políticos de una escritora auto declarada apolítica la llevó a adquirir los seudónimos de Ada Miller Leswy y Ada Miller, ambos masculinos, en un tiempo en dónde ciertas historias no eran toleradas por parte de una pluma femenina.
Durante su entrevista con Vargas Llosa en el programa La torre de Babel declara:
«Yo vendo tanto en las repúblicas como en las democracias o en las dictaduras»

Este éxito comercial de las aventuras románticas de sus personajes sin importar el contexto social se debe en primera medida al retrato realizado de una supuesta realidad, cuya verdadera capacidad es transportar al lector a fantasías alternas a guerrillas o declives económicos. Esta capacidad de imaginar confluye con la construcción de personajes que consiguen que el lector se identifique con sus peripecias amorosas, en otras palabras, la comprensión de las sensibilidades.
La adaptación de sus novelas al cine y al comic, junto con su tremenda popularidad en Latinoamérica, resultaron los motivadores adecuados para hacer de la literatura su vida y final, pese a padecer insuficiencia renal, continúo escribiendo, asistida por su nuera como secretaria:
«He sacrificado mi vida a la literatura. Me hice daño a mí misma. Pero dejaré de escribir, cuando me caiga la cabeza sobre la máquina. Yo no me rindo»
Escribiendo hasta el día de su muerte el 11 de Abril del 2009, dejó un saldo de tres novelas inéditas. Feminista declarada, representó al sueño femenino y el ideal masculino en épocas repletas de caos, no sólo en España, sino en el mundo entero. Quien no la ha leído y se mantiene en la fachada de Reina de la novela Rosa, poco entenderá lo que representa su camino de ficciones ante un público repleto conflictuado política, social y económicamente.
Cuando Vargas Llosa le preguntó a quien se llevaría a una Isla desierta, su respuesta lo asombró.

«Con Vargas Llosa y Francisco Umbral. ¿Para qué? Para verlos pelear. Me encantaría»
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