¿Te aburrió leer un clásico? Consejos para superar esa decepción literaria
- Puntos Suspensivos
- 26 oct 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 nov 2018

Por Hakeem Reddie
¿Qué sucede cuando un libro con el prestigio de ser un clásico de la literatura no te atrapa? Algunos sienten culpa, incluso tienen un sentimiento de inferioridad. Otros celebran descubrir que los clásicos son libros aburridos que los malvados académicos nos han hecho creer que son buenos e indispensables. Aquí te daré unos consejos para saber qué hacer cuando un libro clásico no te gustó.
1. ¿Qué es un clásico?
Borges dijo sobre el libro clásico: “Es un libro que las generaciones de los hombres, urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una misteriosa lealtad.” No importa en qué momento se lea, se descubre que hay temas que son universales y humanos, y que, por lo tanto, son vigentes.

2. No eres tú, soy yo.
Dale un tiempo. Parece de locos hablar de los libros como personas, ¿no? Pero la lectura como actividad está limitada por nuestras emociones, nuestro acervo cultural, etc. Muchas veces el problema no es el libro, es nuestra circunstancia. Si estás deprimido por una decepción amorosa, tal vez lo último que quieras leer son “Las penas del joven Werther”, o si tu mente está demasiado estresada lo que menos quiere leer son los complicados versos del genial Luis de Góngora. O quizá aún no se puede valorar lo que no se conoce. Antes de apreciar la maestría de Juan Rulfo, de joven me parecía lo más aburrido.
3. Déjalo ir…
Siempre he pensado que no tiene caso torturarse con un libro ¡La lectura debe ser una actividad placentera! Por eso puede ser una mala idea la lectura obligatoria de clásicos en la escuela. Cuando se leen por obligación y no por placer, se crea un rencor a ciertos libros. Conozco amigos que al ver “La Odisea” ponen cara de dolor, y recuerdan con una alegre mentada a su profesor. Si un libro no te atrapa, si más que regocijo te trae congoja, déjalo ir…
4. …Si es tuyo regresará…
Lee otro libro, uno que de verdad te interese. Olvídate de los complejos de inferioridad. Sólo no era el momento. Deja que pase tiempo, tal vez te interese de nuevo y al leerlo te enamores por siempre… Eso me pasó con Juan Rulfo como comenté arriba. Ahora lo llamo el Divino Rulfo.

5. Si no, nunca lo fue
Puede que, incluso pasando el tiempo y los años, sencillamente ese libro no te gusta. Sin embargo, ya lo habrás intentado y leído con otros ojos, y tendrás más claro el por qué no te gusta. ¡No nos puede gustar a todos lo mismo! Yo tengo una relación complicada con José Saramago, cada intento por leerlo termina en desilusión. Pero siempre estaré dispuesto a volver a intentarlo.
No olvides leer por gusto, porque un libro o tal tema te apasiona y no puedes dejar de pensar en esas historias. Que nadie te diga qué leer o qué no leer. El acto mismo de leer crea pensadores, y el pensamiento es libre.
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